El siguiente, por favor.

La agencia de calificación crediticia Standard and Poor’s (S&P) calificó el pasado martes el grado de deuda de España en AA, rebajándola un nivel respecto a la anterior nota, mientras Moody’s y Fitch mantienen su calificación en triple A. Como consecuencia de la bajada de calificación se hunde la Bolsa por segundo día consecutivo (aunque resiste la prima de riesgo). Los países europeos de la zona euro más susceptibles a la crisis empiezan a resentirse y en este caso España arrastrado por la perspectiva negativa y por el efecto de la bajada de calificación de Grecia y Portugal.

Si bien es cierto que España está a niveles superiores de calificación de Bélgica, Irlanda, Italia y Portugal y muy lejos de los niveles de Grecia, cuya calificación deja su deuda a nivel de bonos basura, ha recibido un fuerte varapalo por la calificación otorgada por S&P que alegan crecimientos de la economía muy por debajo de las estimaciones del Gobierno y del FMI. Aunque en los mercados internacionales la situación no se ve tan negra, lo malo es que sea la primera agencia de calificación crediticia la que alce la voz avisando de los riesgos. Vivimos momentos muy duros que nos llevaran a una recuperación muy lenta y con alto coste social.

La tragedia griega.

Grecia está la borde del precipicio económnico financiero. Un país que ha vivido por encima de sus posibilidades, con un déficit público del 13,6%, cuando no debería superar el marcado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento marcado por la UE que lo limita a tasas inferiores del 3%. Su deuda pública alcanza tasas del 115% del PIB cuando no debería superar el 60% . Una situación insostenible que hace dudar de manera clara de la solvencia del país a la hora de devolver los créditos. Grecia deberá devolver más de 52 millones de Euros durante el 2010, básicamente interés relacionados con su impresionante deuda externa.

Su primer varapalo y prueba de fuego llegará en Mayo, mes en el que deberá hacer frente a 8,5 millones de Euros, sin un Euro en sus arcas está emitiendo deuda a corto plazo a un alto interés, ya que le es muy difícil ir a buscar fondos, por sus altos precios, en el mercado europeo. Aunque ha ido a tocar la puerta de EEUU y de algunos países Asiáticos, éstos le han cerrado las puertas en las narices. No queda otra y será la UE la que tenga de una manera u otra buscar una solución al problema helénico, no en vano los principales acreedores de Grecia son los bancos franceses y alemanes. La ayuda del FMI será inevitable. Se habla de una ayuda de unos 45 millones de Euros, cifra suficiente para poder subsistir un año más y evitar la renegociación de la deuda, a cambio se le exigirá un Plan de medidas creíbles, sin engaños y que cree confianza para reconducir la deuda hasta el 2012.