Goldman Sachs y sus divertidas inversiones.

Seis meses después de que Goldman Sachs tuviera que pagar unos 550 millones de dólares a la Comisión de Valores (SEC) vuelve a las andadas y crea una nueva polémica por la inversión de 450 millones de dólares que ha realizado en la red social Facebook. Conflictos de intereses, operaciones con riesgos para el contribuyente,  búsqueda de créditos baratos del Estado americano para financiar su nueva inversión, las críticas le llueven y no con menos razón. El plan consistía en recaudar para la red social unos 1.500 millones de dólares, permitiendo a los contribuyentes invertir en un fondo especial.

Ante las fuertes críticas, Goldman Sachs, hace apenas unas semanas, cambió de estrategia no permitiendo invertir en dicho fondo a inversores norteamericanos. Con esa acción, donde sólo se permitiría invertir a extranjeros, Golman Sachs podría estar al límite de la ley pero sin incumplirla. Según David Wessels, «tal vez cumpla con la ley, pero ciertamente no sigue su espíritu». Aún así la SEC está ojo avizor con las acciones del banco inversor, quien no para de ejercer acciones inversoras «creativas» muy al borde la legislación vigente. 

Bien asesorados, Golman Sachs y Facebook seguirán con su proyecto, a pesar de que algunos críticos afirmen de que Facebook haya inflado su precio cuyo valor de mercado podría ser de 50.000 millones de dólares (25 veces mayor que su nivel de ingresos anuales) un valor desmesurado, teniendo en cuenta que Google cuyo éxito ha sido claramente demostrado negocia sus acciones por 6 veces su nivel de ingresos anuales. Los especialistas, ante el riesgo existente y ante la poca claridad de la inversión, se preguntan si es correcto o no colocar a los contribuyentes en riesgo con este tipo de acciones especulativas.

Hay que tener en cuenta que bancos como Goldman Sachs cometieron grandes errores en un pasado no muy lejano dando como consecuencia la mayor crisis financiera de la historia de la humanidad. La SEC tiene una buena papeleta y sinceramente, creo que no debería apoyar esa línea de enorme riesgo, un riesgo basado en la financiación de la inversión uitilizando deuda.

Business Angels ¿y por qué no?

Un business angel es una persona física con capacidad para invertir y proveer de capital a las start-up a cambio de participación en la nueva sociedad. El Capital ángel cubre el espacio entre el Capital Semilla y las Venture Capital.  Las Venture Capital, no consideran inversiones inferiores a 1.000.000 de USD. Los Business Angels invierten sus propios fondos, no como las entidades de capital riesgo quienes adminsitran profesionalmente el dinero de terceros a través de un fondo.   

Las inversiones ángeles son normalmente la segunda ronda de financiación para start-ups de alto potencial de crecimiento, y en EEUU representa más dinero invertido anualmente que todas las entidades de capital de riesgo sumadas. Debido al alto riesgo existente en la inversión, los Business Angels requiren un alto ROI (Return On Investments), por tal motivo es necesario estudiar bien los Planes de Negocio que les presentan los emprendedores. Suelen aceptar propuestas de inversión con fuerte potencial de crecimiento y les retorne alrededor de 10 veces más la inversión realizada en un período de 5 años.

¿A qué huelen los pagarés de Nueva Rumasa?

¿Emisiones previas al 8% de interés? …….. y al 10% en la cuarta?

Así está la CNMV, advirtiendo a los posibles inversores y a la sociedad en general que la emisora de los pagarés es la entidad José María Ruiz-Mateos y no la entidad Nueva Rumasa S.A. En relación a las garantías ofreciadas de la emisión, la publicidad se refiere a la garantía solidaria de DHUL y CLESA pero lo que no está claro, según la CNMV, son las características esenciales de dichas garantías ya que se desconoce si son de naturaleza personal o si existe alguna garantía de carácter real. Por otro lado, tampoco se detalla la forma jurídica de dichas garantías y si se han constituido de manera válida. Según el supervisor bursátil, tampoco consta en la publicidad si la emisión ha sido inscrita en el Registro Mercantil y por tanto si ha sido objeto de revisión y calificación por un Registrador Mercantil. Prudencia a los inversores y asegurarse bien de que todo está atado y bien atado de forma legal, ya que luego pueden aparecer las lamentaciones.

Por último, vale la pena preguntarse de dónde van a sacar la «pasta» para devolver la deuda …..¿de la rentabilidad de sus empresas? Invertir en promesas futuras no es nada rentable. Por todo ello, me pregunto ¿A qué huelen los pagarés de Nueva Rumasa?