El liderazgo carismático o la dependencia de un solo individuo.

Esteve Jobs, líder carismático indiscutible del siglo XXI que ha sido capaz de transformar un grupo al borde de la quiebra en el segundo grupo empresarial con más valor en Bolsa del Mundo. El pasado 17 de Enero comunicaba a su organización, la decisión de abandonar Apple, con motivo de su grave enfermedad. Desde eso momento, el debate de las sucesiones de los grandes líderes carismáticos estaba servido en la sociedad americana y por ende en la sociedad del mundo occidental.

El vacio que puede dejar un líder de estas caracterísitcas, el coste de depender de un sólo individuo puede ser muy doloroso para cualquier sociedad que con tiempo suficiente no haya sido capaz de prevenir una sucesión que logre minimizar el impacto producido. Jobs parece ser que se ha rodeado de grandes talentos capaces de asegurar la continuidad de la empresa, de generar confianza en Apple y no perder parte de su magia y encanto.

Sin embargo, no todo parece tan fácil ni sencillo, en la sucesión preparada con la suficiente antelación está la clave del éxito futuro. No obstante, para la Sociedad Americana de Management, en un estudio que realizó el pasado mes de Diciembre publicaba que tan sólo el 14% de las empresas estadounidenses se encontraban en posición de tener una sucesión no traumática, en caso de pérdida de su principal ejecutivo.

Las sociedades americanas y anglosajonas son sociedades mucho más preparadas que las latinas en temas de sucesión empresarial, pués esta asumido en su cultura empresarial la coexistencia de Presidentes no ejecutivos y de Consejeros delegados, uno con visión estratégica a largo plazo y el otro con visión más operativa. En los grandes grupos empresariales españoles, la figura de Presidente se unifica con la de primer ejecutivo lo que evita tener esa doble visión estratégica de corto y largo plazo y por ende dificulta la preparación con el Consejo de la sucesión del máximo líder.

Aunque para cualquier sociedad tener un lider carismático pueda ser una bendición caida del cielo, hay que tener en cuenta el peligro que puede llevar asociado. Sin duda, el peligro puede estar ahí y especialmente si no se hacen bien las cosas, por ello, lanzo una pregunta al aire ¿hasta qué punto una empresa, en la sociedad actual, puede depender de un líder por muy carismático que sea? .

Liderando como un gran director de orquesta

Esto es una lección de Liderazgo de 20 minutos de duración de Itay Talgam un israelita que se ha reinventado a sí mismo como director de la gente en los negocios.

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Magnífico !!